jueves, julio 09, 2009

``La ruta a los gatos`` y al buen cine

Publicado 09.07.2009
Cultura
Habla por la imagen y conmueve por la problemática``La ruta a los gatos y al buen cine
Autor: Samuel Paz

La última película de Jorge Gurvich, ``La ruta a los gatos'' es un poema de amor, ternura y sutil sensibilidad. La obra esta basada en un libro del conocido escritor hebreo Iehoshúa Knaz y fue adaptada al cine por el guionista Ioav Katz.

La trama es interesante (problemas de la vejez), pero tiene el encanto del traslado de esta problemática, tan conocida, a la pantalla gigante.

La historia cuenta el relato de Yolanda Moscovich, una persona mayor de edad, que lidia permanentemente con gatos, que la acosan día y noche.

Como no podía conciliar el sueño, les echaba desde su piso baldes de agua fría. Una buena noche, los aullidos la exasperan hasta tal punto, que como de costumbre, resuelve echarles un baldazo.

Para su mala suerte, les vierte el agua junto con el balde. Es entonces, que decide bajar a medianoche para recuperar el balde. Pero para su mala suerte, al ascender las escaleras volviendo a su casa, tiene un traspié y rueda peligrosamente hacia abajo. La siguiente secuencia, la encuentra instalada en el pabellón psiquiátrico de un hospital.

Aquí es internada en un cuarto junto a Alegra, una enferma crónica, que va a terminar sus días en el hospital. Entre las dos se crea una amistad. La sala está dirigida por Rosi, una enfermera muy rígida, que mantiene el orden con manos de hierro.

Pero las cosas comienzan a tomar otro rumbo, cuando Yolanda se enfrenta con otro recluido crónico, Shaúl, encarnado por Moni Moshonov. Shaúl es un ex jugador de fútbol, atrapado por la bebida.

Entre Yolanda y Shaúl surge impensadamente un pequeño romance. Yolanda comienza a percibir un escondido cariño, que estaba adormecido durante los últimos años de su vida.

El argumento podría haberse transformado en una historia de viejos mas la protagonista, Rita Zohar, actriz israelí que reside hace mucho tiempo en Hollywood, consigue darle al personaje la calidez y madurez como sólo lo puede hacer una actriz comprometida totalmente con el rol. En la práctica, Zohar hace el film. Sus gestos y reacciones llenan la pantalla e ininterrumpidamente aparecen en casi todas las secuencias.

Por otra parte, Gurvich consigue extraerle toda la savia de su mundo interior. Se trata de un cine puro, donde el lenguaje de la imagen, en vez del diálogo, halla su mayor expresión. Los diálogos del guión son muy breves y escuetos, casi imperceptibles.

El encuadre, los enfoques, nos hacen temblar. Nosotros, los espectadores, estamos pendientes de cada gesto, de cada mirada de la actriz.

En los últimos años atraviesa el cine israelí una serie de cambios dramáticos, que lo han ubicado en el centro del quehacer a nivel mundial.

Pienso que es injusta la crítica acerca del ``cine burecas''. Esa fue una etapa ineludible, en los primeros años después del establecimiento del Estado. La aliá multitudinaria, arribada de los cuatro rincones del mundo, reflejó la composición folclórica de la sociedad, desde Salaj Shabati a Kazablán. Gurvich es un realizador inteligente y pujante, ubicado en el Israel que ya superó las dolencias normales de la pubertad y el crecimiento.

Hoy en día son encarados otros asuntos que no solamente tratan de propaganda y proselitismo sionista. La sociedad israelí ha superado muchas vallas. Los temas están impregnados de una concepción de mundo muy diferente, más dinámica y penetrante. En congresos y seminarios de arte, se discute la transición del nosotros al yo. Ahora se habla en primera persona. No es una mera cuestión de acentuar el individualismo o el egocentrismo, sino que es dar la tecla, en lo íntimo, lo personal.

``La ruta a los gatos'' es un hermoso e importante eslabón en la concreción de que no todo lo que es bueno para la sociedad, lo es también para mí. Sino que el énfasis está en que lo que es bueno para mí, lo es también para la sociedad.
Gurvich es un cineasta israelí nacido en la Argentina. Es importante destacarlo, porque su propio ojo de buey ve las cosas de un modo diferente. El director, evidentemente, contempla la realidad desde su ángulo propio. Eso es más que meritorio.

La cinta es a mi parecer una joya cinematográfica, en todo el sentido de la palabra.

Habla por la imagen y conmueve por la problemática.
Israel, pretende a toda costa pertenecer al mundo occidental. En cierta medida, lo es. Pero geográficamente esta enclavada en el Levante. El crisol de diásporas nunca dejó de ser un mito, pero a fin de cuentas el hombre, el individuo, es la palanca de la vida.

La banda sonora es parte del todo. Las cosas pequeñas pueden decirse con brevedad, pero lo importante, es como presentar e interpretar la partitura.

Se trata de un pre estreno. Por el momento, el largometraje será exhibido solamente en festivales y cinematecas. Cuando llegue al circuito comercial, no queda duda que será coronado por el éxito.

Esta película puede enfrentar tranquilamente certámenes internacionales. El mensaje es claro y contundente. Se trata de una obra conmovedora, cuyas proyecciones recién comienzan cuando finaliza la exhibición y se prenden las luces de la sala.

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