sábado, diciembre 31, 2011

Deseos para el 2012


Shabat Shalom


jueves, diciembre 29, 2011

miércoles, diciembre 28, 2011

De la vida

Cada persona que pasa en nuestra vida es unica. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros. Habra los que se llevaran mucho, pero no habra de los que no nos dejaran nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad

De la vida


martes, diciembre 27, 2011

La dulce venganza de los usuarios



- ¿Hola?
- Buenos días, ¿Usted es el titular de la línea?
- Sí, soy yo mismo.
- ¿Me puede decir su nombre por favor?
- José Luis.
- Señor José Luis, le llamo de Telefónica para ofrecerle una promoción consistente en la instalación de una línea adicional en su casa, en donde usted tendrá derecho a...
- Disculpe la interrupción Señorita, pero, exactamente ¿quien es usted?
- Mi nombre es Silvina Maciel, de Telefónica y estamos llamando...
- Silvina, discúlpeme, pero para nuestra seguridad me gustaría comprobar algunos datos antes de continuar la conversación, ¿le importa?
- No tengo problemas señor
-¿Desde que teléfono me llama? En la pantallita del mío solo pone "Número Privado"
- El interno mío es el 1004
- ¿Para qué departamento de Telefónica trabaja?
- Telemarketing Activo
- ¿Me podría dar el número de trabajadora de Telefónica?
- Señor, disculpe, pero creo que toda esa información no es necesaria...
- Entonces lamentablemente tendré que colgar, porque no tengo la seguridad de hablar con una trabajadora de Telefónica
- Pero yo le puedo garantizar...
- Vea Silvina, cada vez que yo llamo a Telefónica, antes de poder comenzar cualquier trámite, estoy obligado a dar mis datos a toda una legión de empleados...!
- Está bien Señor, mi numero es el 34591212
- Un momento mientras lo verifico, no se retire Silvina... (Dos minutos)
- Un momento por favor, toda la gente en casa se encuentra ocupada.... (Cinco minutos)
- ¿Señor?
- Un momento por favor, toda la gente en casa se encuentra ocupada....
- Pero...Hola Señor...!
- Sí Silvina, gracias por la espera, nuestros sistemas están un poco lentos hoy... ¿Cual era el asunto de su llamada?
- Lo llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción "Línea Adicional", en la que usted tiene derecho al uso de otra línea a muy bajo costo. ¿Usted estaría interesado José Luis?
- Silvina, le voy a comunicar con mi mujer, que es la encargada de la sección de adquisición de productos técnicos de la casa; por favor, no se retire. (Coloco el auricular del teléfono delante de un grabador y pongo el CD de Caribe Mix 2004 con el Repeat activado. Sabía que algún día, esa droga de música me sería útil. Después de sonar el CD entero, mi mujer atiende el teléfono):
- Disculpe por la espera, me puede decir su teléfono pues en la pantallita del mío solo aparece "NUMERO PRIVADO".
- 1004
- Gracias, ¿Con quien estoy hablando?
- Con Silvina-- ¿Silvina que?
- Silvina Maciel (ya demostrando cierta irritación en la voz).
- ¿Cual es su número de trabajadora de Telefónica?
- 34591212 (mas irritada todavía)
- Gracias por la información Silvina, ¿en que puedo ayudarla?
- La llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción "Línea Adicional", en la que usted tiene derecho a otra línea.¿Estaría interesada?
- Voy a ingresar su solicitud en nuestro programa de Nuevas Adquisiciones y dentro de algunos días nos contactamos con usted. ¿Puede anotar el numero de ingreso al programa por favor?... ¿hola?, ¿hola?
- TU...TU...TU...TU...

Escucha la música



No bailes tan de prisa...

Alguna vez has visto a los niños jugando?.

O escuchado el chisporroteo de la lluvia en el suelo?.

Alguna vez has seguido a una mariposa en su errático vuelo u observado al sol desvaneciéndose en la noche?.

Mejor detente, no bailes tan de prisa, el tiempo es corto, la música no durará.

Cuando te preguntas: ¿Quién soy?, ¿Escuchas la respuesta?.

Cuando el día acaba ¿te recuestas en tu cama con los siguientes cien coros corriendo por tu cabeza?.

Mejor detente, no bailes tan de prisa, el tiempo es corto, la música no durará.

¿Alguna vez le has dicho a tu hijo: "Hoy no, lo haremos mañana" y en tu apatía no viste su tristeza?.

¿Alguna vez has perdido el tacto, dejando a algún buen amigo morir porque jamás tuviste tiempo para llamar y decirle "Hola"?.

Mejor detente, no bailes tan de prisa, el tiempo es corto, la música no durará.

Cuando corres demasiado rápido para llegar a alguna parte ¿te pierdes la mitad de la diversión de llegar ahí?.

Cuando te preocupas y te apuras durante el día es como un regalo sin abrir... tirado a la basura.

La vida no es una carrera, se toma un poco más lentamente; escucha la música antes de que la canción termine.

Desconozco el autor

El viajero y el moribundo


Hace tiempo, un viajero visitaba el desierto de Egipto. Llevaba consigo mucho dinero, ropaje lujoso y varios saquitos llenos de monedas de oro.

Sucedió que, visitando una de las pirámides, el hombre dejó olvidados dos saquitos de monedas de oro. El viajero se dio cuenta de su olvido cuando ya llevaba varias horas de haber abandonado aquella pirámide. Con gran enojo decidió regresar en busca de su oro.

Cuando estaba cerca de la pirámide descubrió a un hombre moribundo que había agotado toda su comida y sufría desesperadamente por algo de comida y agua. Estaba a punto de morir y no había nadie que le pudiera prodigar auxilio.

El viajero se bajó de su camello y él mismo le dio alimento y bebida al pobre hombre. Después los dos regresaron a la ciudad y desde entonces fueron muy buenos amigos.

Años más tarde, cuando el viajero contaba esta anécdota, exclamaba con júbilo:

Pensar que me lamentaba de haber olvidado aquellos sacos de oro en las pirámides. Si no hubiera sido por eso, yo no hubiera regresado para ayudar a aquél hombre y, seguramente, él habría muerto

Los acontecimientos de la vida son misteriosos, pero si de algo debemos estar seguros es de que en cada situación que vivimos se nos presentan siempre dos opciones: tenemos la oportunidad de huir, odiar o traicionar, la oportunidad de crecer, madurar, amar y ayudar a los demás.

Desconozco el autor

El loco



En un pueblo rodeado de cerros habitaba un loco, la gente del pueblo le llamaba así: "EL LOCO", ¿y porqué le llamaban así?, ¿Qué acaso hacia cosas disparatadas, cosas raras, cosas diferentes a lo que hacen la mayoría de las personas, al menos en ese pueblo?.

La gente al verlo pasar se reía y se burlaba de él, humildemente vestido, sin posesiones, sin una casa que se dijera de su propiedad, sin una esposa ni unos hijos; **un desdichado*, pensaba la gente, alguien que no beneficiaba a la sociedad, **un inútil** comentaban otros.

Más he aquí que este viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todas partes donde pudiera, sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores ni el fruto, y nadie le pagaba por ello y nadie se lo agradecía, nadie lo alentaba, por el contrario, era objeto de burla ante los demás.

Y así pasaba su vida, poniendo semillas, plantando arbolitos ante la burla de los demás. Y he aquí que ese ser era un gran Espíritu de Luz, que poniendo la muestra de como se deben hacer las cosas, sembrando, siempre sembrando sin esperar a ver el fruto, sin esperar a saborearlo.

Y sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Sultán de aquellos lugares, rodeado de su escolta y observaba lo que sucedía verdaderamente en su reino, para no escucharlo a través de la boca de sus ministros.

Al pasar por aquel lugar y al encontrarse al Loco le preguntó: _ ¿Qué haces, buen hombre?

Y el viejo le respondió: - Sembrando Señor, sembrando.

Nuevamente inquirió el Sultán: - Pero, ¿cómo es que siembras?. estás viejo y cansado, y seguramente no verás siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?

A lo que el viejo contesto: - Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman.

El Sultán quedo admirado de la sabiduría de aquel hombre al que llamaban LOCO, y nuevamente le preguntó:

- Pero no verás los frutos, y aún sabiendo eso continuas sembrando... Por ello te regalaré una monedas de oro, por esa gran lección que me has dado.

El Sultán llamo a uno de sus guardias para que trajese una pequeña bolsa con monedas de oro y las entregó al sembrador.

El sembrador respondió : - Ves, Señor, como ya mi semilla ha dado fruto, aún no la acaba de sembrar y ya me está dando frutos, y aún más, si alguna persona se volviera loca como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido, porque siempre esperamos algo a cambio de lo que hacemos, porque siempre queremos que se nos devuelva igual que lo que hacemos. Esto, desde luego, sólo cuando consideramos que hacemos bien, y olvidándonos de lo malo que hacemos.

El Sultán le miró asombrado y le dijo : - ¡Cuánta sabiduría y cuánto amor hay en ti!, ojalá hubiera más como tú en este mundo, con unos cuantos que hubiese, el mundo sería otro; más nuestros ojos tapados con unos velos propios de la humanidad, nos impiden ver la grandeza de seres como tu. Ahora me retiraré porque, si sigo conversando contigo, terminaré por darte todos mis tesoros, aunque sé que los emplearlas bien, tal vez mejor que yo. ¡Qué Alá te Bendiga!

Y terminado esto, partió el Sultán junto con su séquito, y el Loco siguió sembrando y no se supo de su fin, no se supo si termino muerto y olvidado por ahí en algún cerro, pero él había cumplido su labor, realizó la misión, la misión de un Loco.

Desconozco el autor

La rana y el escorpión


Cuenta un relato popular africano que en las orillas del río Níger, vivía una rana muy generosa. Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del rio.

Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.

También vivia por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: «Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda»

La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: «¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!»

El inteligente escorpión le dijo: «No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado»

La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola… y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y comenzaron la travesía del río Níger.

Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.

Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino…

Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión: «¡Lo sabía!. Pero… ¿Por qué lo has hecho?»

El escorpión respondió: «No puedo evitarlo. Es mi naturaleza»

Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban en las profundas
aguas del río Níger.

Nota: Como rana de pura cepa desde hace muchas generaciones, tengo que añadir que la rana tampoco pudo evitarlo. También es su naturaleza.

Desconozco el autor

De abogados


El joven recién recibido de abogado, estaba sentado en su nueva oficina, resignado esperando a su primer cliente, al escuchar que la puerta se abría, rápidamente levantó el teléfono para hacer creer que estaba muy ocupado, el visitante pudo escuchar al joven que decía:
-"Mire señor, volaré a Madrid para ver si resuelvo el caso del cliente aquel, traeremos personal capacitado para resolver el caso. Disculpe señor, debo cortar, alguien acaba de llegar y debo atenderlo".
Y cortó la supuesta llamada.
Dirigiéndose entonces al hombre que acababa de entrar, el abogado le dice:
-Bien, ¿En qué puedo ayudarle, señor?
Y el hombre riéndose le dice:
"Soy de Telefónica vengo a ponerle la línea a su teléfono"

La copa



La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se nos da llena.
Nos dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito con el que tenemoss que ir llenándola, gota a gota, todos los días, para sobrevivir.

No te la pases gimiendo tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, o asustado por males, que probablemente nunca lleguen.

Nacemos para luchar por la felicidad, para crearla, para construirla a pesar de tristezas, desencantos, errores, malas jugadas e irremediables imprevistos.

La felicidad no se encuentra en bienes y placeres.

Se actúa bien y ella sola se va presentando.

La felicidad no es estar añorando todo lo que nos falta, sino acoplarnos a todo: lo que tenemos y lo que no tenemos.

No vendas tu felicidad... ¡regálala!

No busques fórmulas sencillas, ni baratas para tenerla.

Ingredientes de la felicidad:

Compartir lo que tienes.

Amar sin exigencias.

Perdonar sin cicatrices.

Aceptar sin perfecciones.

Agradecer lo que te dan.

¡Y no rendirte nunca!.

Todo tiene que ir armonizando:

Del panal, un poquito de miel.

Del mar, un poquito de sal.

De la vida, un toque de optimismo.

De la imaginación, sueños.

Del dolor, raíces fuertes.

Y de la fe, solidez de roca.

Porque no sabemos cómo llenar nuestra copa.

Porque no damos a la vida todo lo que podemos darle y

Esperamos, a veces ingenuamente, que la vida nos regale, pero sin pagar el precio.

¿Por qué no somos felices?

No olvidemos que la mejor manera de ser feliz, es: ? Ocuparse de que ótros lo sean, dar sin esperar, servir con mucho AMOR y por AMOR. Demos mucho de nosotros y la felicidad llegará sola. Llenemos nuestra copa y deleitémonos, siendo... ¡FELICES!

Desconozco el autor

Qué hermosos son los bebés



Todos los día nacen muchos nuevos seres humanos, todos los días ya están en éste mundo muchos bebés.

¡Qué hermosos son los bebés!

Esos seres inocentes, sedientos de cariño y de amor.

Que también te dan amor sin condiciones.

Esos bebés que con su inocencia te dan una sonrisa a cualquier hora y si digo a cualquier hora es por que realmente así son los bebés: a cualquier hora se despiertan, a cualquier hora se duermen y mínimo cada dos horas tienen hambre, y es dentro de todo ese tiempo que nos brindan una sonrisa inocente llena de cariño y de bastante amor.

Algo muy importante que hacen los bebés y que una persona adolescente o ya adulta no seguimos haciendo, es que los bebés te sonríen sin importarles tus problemas, sin importarles si estas enojado o enojada.

Y cuando Papá o Mamá llegan del trabajo con las caras largas, demostrando cansancio y a veces enojo, el o la bebé soluciona ese problema dándote sin condiciones su sonrisa.

Si desde pequeños aprendimos a hablar haciendo sonidos, ruidos o gritando, si aprendimos que nuestras manos sirven para agarrar lo que necesitamos y si aprendimos a caminar, en la actualidad después de 18, de 25, de 50 años de edad o más, todo eso lo seguimos haciendo.

Entonces ¿por qué no sonreímos a los demás si sonreír es lo "primero" que hacemos desde que nacemos?

Cuando el bebé comienza su crecimiento, comienzan sus cambios físicos que con el tiempo se definen para identificarse con los demás.

También tienen cambios psicológicos, comienzan a decidir que es lo que les gusta y lo que no les gusta, aprenden a relacionarse y a jugar con otros niños, pero también aprenden a mentir.

Que curioso, la mentira se aprende desde pequeños y también el ser humano ya adulto lo sigue haciendo, sigue mintiendo pero no sigue sonriendo.

¿Por qué no sonreímos si sonreír fue lo primero que hicimos desde recién nacidos?

Desconozco el autor

La carrera



La vida es como una importante carrera de bicicletas cuya meta es cumplir con la "Leyenda Personal".

En la largada, estamos juntos compartiendo camaradería y entusiasmo. Pero,a medida que la carrera se desenvuelve,la alegria inicial cede su lugar a los verdaderos desafios; el cansancio, la monotonía, las dudas sobre la propia capacidad.

Reparamos en que algunos desistieron del desafío: todavía están corriendo, pero nada más que porque no pueden parar en el medio de una calle. Ellos son numerosos, pedalean al lado del auto de apoyo, conversan entre si y cumplen una obligación.

Terminamos por distanciarnos y , entonces, nos vemos forzados a enfrentar la soledad y las sorpresas, tales como las curvas desconocidas o los problemas con la bicicleta. Y, al cabo de algún tiempo, comenzamos a preguntarnos si vale la pena tanto esfuerzo. Vale la pena.

Se trata de no desistir

Suceda lo que suceda en tu vida, no desistas... sigue avanzando... nunca bajes los brazos... siempre en alguna curva encontrarás el sol de nuevo y sentirás tus piernas fuertes y con ganas de seguir andando.

El dolor pasa y lo más importante es seguir y retener entre los brazos lo mejor de la vida... y volver a abrirlos con la esperanza de saber que en el camino no hay sólo piedras también hay rosas que están esperando que nos maravillemos ante su presencia.

Autor: Mahatma Gandhi

Aferrarse



Una chica esquiaba en el mar, sujetada por una lancha. No sabía nadar, aunque traía puesto el chaleco salvavidas. De repente, la mujer perdió el equilibrio y cayó al mar.

Alcanzó a sujetarse de una de las cuerdas que la jalaban. Se aferró a ella y fue arrastrada por el mar, al más puro estilo vaquero. Los ayudantes le decían que soltara la cuerda, porque de lo contrario no podrían ayudarla. La chica no lo hacía, porque tenía miedo de que le pasara algo si se soltaba.

Pero a medida que pasaba el tiempo, se hacía más daño. Finalmente la chica comprendió que se estaba lastimando. Soltó la cuerda. Y fue entonces cuando la pudieron ayudar.

¿Cuántas veces nos aferramos a algo, con la misma fuerza que la chica se aferraba a la cuerda y nos hacemos daño? Lo que resistes, persiste en tu vida.

Cuando alguien te hace daño y lo sigues trayendo contigo, te sigue lastimando. “Suficiente para cada día es su propia maldad” dijo Jesucristo. Esta frase encierra una gran verdad. Quizás un día cayó una lluvia que te mojó y te enfermaste. Y te sentiste molesto por unos días. Pero imaginate recordando con molestia esa lluvia el día de hoy, después de 10 años que pasó el aguacero…

¿No tiene sentido verdad? Se que este ejemplo es claro de entender. Pero no lo es cuando se aplica a nuestras experiencias emocionales del ayer. Traemos una y otra vez la lluvia de desprecios e insultos del pasado. Nos seguimos torturando con la tormenta de desamor del ayer. Seguimos culpando de nuestros fracasos a personas que… ¡ya se han ido de este mundo!

Lo que resistes, persiste en tu vida. Eres esclavo de aquel que te inmoviliza y te hace sufrir. Al resistirte y dar mil vueltas al ¿Por qué me trató así? No es diferente a cuando un gato da vueltas sobre sí mismo, buscando alcanzar su cola. Nunca lo logra y se detiene hasta que se cansa. La naturaleza del amor es incomprensible y caprichosa.

No te lamentes porque se ha ido. Agradece que por un instante llegó a tu vida, llenándola de emociones y nubes de color de rosa. Busca las flores más bellas, en la montaña tapizada de desamor y espinas de tu vida. Y te garantizo que le encontrarás sentido.

Hay personas que cargan sus costumbres del ayer a la vida del hoy y no pueden ser felices.

Puede que una persona del pasado, te haya llenado con el alimento de su presencia y de su amor. Y estés acostumbrado. Pero la vida no es estática. Es activa. Y las circunstancias pueden hacer, que lo que te alimentó en el ayer, hoy ya no te alimente ¡y hasta te haga daño!

Le dijo un sabio hindú a su discípulo: “Si te lamentas porque tienes sed, y el dolor te ciega para no ver lo que pasa a tu alrededor, cuando camines junto a un oasis, no lo vas a ver”. Lo que resistes, persiste en tu vida… hasta que dejas de resistirlo.

Despide a ese amor que te alimentó en el ayer y ábrete a la posibilidad de probar suculentas experiencias el día de hoy. Despide a esa persona que te lastimó en el pasado. Suelta la cuerda que te une a su lancha y que te ha estado lastimando por tanto tiempo. Te recuperarás de tus heridas, para iniciar una nueva aventura. Ya no resistas nada en tu vida. Déjalo ir, para que descanse tu espalda de las cargas del ayer y vuelvas a sentir… ¡la emoción de vivir el día de hoy!

Desconozco el autor

Receta de pollo para fin de año


De la vida


De la vida


De la vida


De la vida


De la vida


La verdad


De la vida


De la vida


lunes, diciembre 19, 2011

Buenos deseos

Calmante para los nervios

Amistades

De la vida

La horca



Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su heredero.

Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos.
...
Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían.

Un día, el viejo padre, ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y, junto a ella, una placa que decia:

PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE TU PADRE

Mas tarde, llamó a su hijo y lo llevó al establo y le dijo: ¡Esta horca es para ti!

Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella.

El joven se rió, pensó que era un absurdo, pero, para no contradecir al padre, prometió, pensando que eso jamás podría suceder.

El tiempo pasó, el padre murió, y su hijo se encargó de todo, pero, así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad.

Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir:

Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado tus consejos... Pero ahora es demasiado tarde.

Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos esta vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada mas...

Entonces, él subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó:

Ah, si yo tuviese una nueva oportunidad...

Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta... Era el fin.

Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso.

Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, zafiros y diamantes, muchos diamantes...

La horca estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas.

En ella estaba escrito:

Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre.

Desconozco el autor

PERDIDOS EN EL DESIERTO DE LA VIDA



La verdad se nos escurre de las manos como un puñado de arena seca

... Desde nuestros dedos impotentes de asirla.

La vida puede entonces transformarse
en un desierto inhóspito, donde podemos perdernos.

Pero si pudieramos aprisionar, aunque fuera
solamente un grano, un ínfimo e insignificante gránulo
podriamos comenzar a comprender algo.

Y entonces algo dentro nuestro se despertaría.

Porque aunque parezca imposible
lo mas Mayúculo a nuestros ojos ciegos a la verdad
puede estar contenido en lo mas minúsculo
como en un simple grano de arena.

Elias Pessaj
SER O NO SER
Aqui y ahora...

Jag Sameaj Januca - Feliz Navidad + 4 pequenas reflexiones



1. No te preocupes por las personas de tu pasado, hay una razon por la que no estan en tu presente y por la que no llegaran a tu futuro.

2. Una persona real no es perfecta, una persona perfecta no es real.

3. Una persona cambia por dos razones: aprendio demasiado o sufrio lo suficiente.

4. No dependas de nadie en este mundo, porque hasta tu sombra te abandona cuando estas en la oscuridad.

Desconozco el autor


Que las luces de Januca iluminen vuestras vidas y la de todos vuestros seres queridos.
Al prenderlas una a una cada noche, dejemoslas que vibren en nuestros corazones.

De la vida



Todo lo que una persona puede causar en otra con tan solo pensarla, cerrar los ojos y sentir desde el alma lo maravilloso es de que este a tu lado.

EL HOMBRE QUE MURIO DE AMOR



Todos los años, en un cierto dia y a una determinada hora de la tarde, un nutrido grupo de personas se reunian al borde de una tumba en un antiguo cementerio de Praga. La tumba tenia una pesada lápida en donde estaban socavadas unas pocas palabras que escuetamente decían : “Aquí, yace el hombre que murió de amor”.

Algunas mujeres sollozaban y las lágrimas rodaban por sus rostros regando el suelo yermo del vetusto cementerio. Muchos hombres se acercaban a la lápida y le daban un beso emocionado y prolongado. Algunos ancianos a pesar del cansancio por haber permanecido horas parados, se mantenían sin embargo erguidos.

Se me ocurrió contemplar los rostros de esa muchedumbre, que año tras año, en esa misma fecha colmaba el cementerio, a tal punto que muchos quedaban fuera.

Vi en todos el dolor que se experimenta cuando se pierde a un ser muy querido.

Pero no entendía el origen de tal homenaje, porque en la lápida no había ningún nombre que la identificara, no figuraba ninguna fecha y ni siquiera un símbolo que indicara su religión, si es que profesaba alguna, solo había un cartel donde se consignaba su ubicación: el número de fila y el número de ubicación en ella.

Yo era un simple turista y coincidía justo mi visita con un acontecimiento del cual nunca en mi vida había tenido noticia. Sentía un cierto pudor en acercarme a algunas de esas personas, que en actitud solemne rendía homenaje a un hombre, que para mi había sido un perfecto desconocido.

Pero mi curiosidad pudo mas, tal es así que me acerqué a una mujer que estaba muy cerca mío y le pregunté de quien se trataba el personaje en cuestión.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando la mujer me confesó que la tumba en realidad estaba vacía y que era mas bien un símbolo, un homenaje póstumo.

-¿Cómo es eso? Pregunté con manifiesta extrañeza

-Su cuerpo nunca fue encontrado, me contestó la mujer

-Espero sepa disculpar mi curiosidad ¿Pero cual es el motivo para que todos los años y a esta misma hora se le rinda homenaje a un hombre que no yace en su tumba y en donde además, ni siquiera figura un dato sobre quien pudo haber sido?

-Es que esa ha sido su voluntad expresa antes de morir, a la fecha y hora exacta en que nos reunimos anualmente.

-¿Pero esto no figura en ninguna parte aquí? Insistí muy sorprendido

-Es verdad, pero ninguno de nosotros lo hemos olvidado y hasta hoy ninguno ha faltado a la cita, año tras año.

¿Serian sobrevivientes del Holocausto nazi? Se me ocurrió. Pero allí había no solo judíos, había cristianos, musulmanes, algunos de origen alemán, rusos, turcos, españoles y hasta latinos (les escuché hablar). No pude resisitir mas y sin mas rodeos le pedí a la mujer tuviera la amabilidad de contarme la historia.

-Fue un gran hombre, un espíritu elevado, un alma que entregó su sabiduría en silencio, sin buscar la fama, ni el reconocimiento, fue…nuestro Querido Maestro y nosotros somos sus discípulos, los que cosechó con el pasar del tiempo y a lo largo y ancho de todo este mundo. Porque su enseñanza no distinguía razas, credos, nacionalidades, religiones, ni dogmas, estaba abierta al que quisiera beber de ella.

-¿Y porque murió de amor? Pregunté ya en el colmo de la impertinencia.

Con una mirada de tristeza en su rostro, la mujer me miró y me dijo:

-Nuestro Maestro ya había recorrido mas de la mitad de su vida, cuando un discípulo suyo sufrió una insuficiencia renal terminal. Los médicos determinaron que la diálisis no era suficiente para conservar en vida al paciente y un transplante de riñon era inminentemente necesario, para lo cual en un plazo no mayor de 24 hs debería aparecer un donante. Nuestro maestro se ofreció inmediatamente, pero su corazón durante la intervención quirúrgica no resistió, sufriendo un infarto. Antes de morir sus ultimas palabras fueron: “Muero de Amor, porque mi corazón ha sido rasgado por este poderoso sentimiento, el que ha inspirado y ha dado sentido a toda mi vida”.

Su cuerpo fue trasladado a la morgue del hospital, pero inexplicablemente desapareció y a pesar de todas las búsquedas emprendidas nunca fue encontrado, es un misterio sin solución hasta hoy. Aunque algunos afirman que imprevistamente, se les apareció sonriendo y les pidió que le recordaran con alegría. Otros quieren creer que en realidad esta vivo, muchos sin embargo están empeñados en seguir su ejemplo de vida.

-¡Que historia extraordinaria! Exclamé, dar la vida concientemente por amor al prójimo.

Una última pregunta por favor, ¿Y ese discípulo se encuentra hoy entre este gentío? Me gustaría conocerle, si es posible.

-Si es posible, me dijo la mujer rompiendo a llorar, ese discípulo soy yo.

Elias Pessaj
SER O NO SER
Aquí y ahora…

Basuras existenciales



Si es verdad que es suficiente la carga de cada día, ¿Por qué entonces insistimos en cargar para el día siguiente nuestras penas y dolores? Y aún hay quienes los cargan para la semana siguiente, el mes siguiente y año tras año…

Nos apegamos al sufrimiento, al resentimiento, como nos apegamos a esas cosillas que guardamos en nuestros cajones, sabiéndolas inútiles, pero sin el coraje para deshacernos de ellas.

Vivimos con la basura de la existencia, cuando todo sería más claro y limpio con el corazón renovado.

Las marcas y cicatrices están para que nos acordemos de la vida, de lo que fuimos, de lo que hicimos y de lo que debemos evitar. Aún no han inventado una cirugía plástica del alma, donde se puedan quitar todas nuestras vivencias y dejarnos como nuevos. Menos mal.

No debemos olvidarnos de nuestro pasado, de donde vinimos, de lo que hicimos, de los caminos que atravesamos.

No podemos olvidarnos de nuestras victorias, nuestras caídas y nuestras luchas. Menos aún de las personas que encontramos, esas que direccionaron nuestra vida, muchas veces sin saberlo.

Lo que no podemos es cargar día tras día, con terquedad, el odio, el rencor, las heridas, el sentimiento de derrota.

Lo creas o no, pero perdonar a quien nos hirió, le duele más a esa persona que el odio que podamos sentir toda una vida. Las viejas ofensas se transparentan en nuestro rostro y en nuestros actos, moldeando nuestra existencia.

Precisamos, con mucha osadía y valor, abrir la gaveta de nuestro corazón diciendo: Yo no necesito más de esto, no me trae ningún beneficio y puedo vivir sin ello.

Y cuando solo queden los recuerdos de las fiestas, del bien que nos hicieron, de las rosas secas pero cargadas de amor, habrá más espacio para nuevas experiencias, para nuevos encuentros. Estaremos más ligeros, más fáciles de ser cargados, incluso por aquellos que ya nos aman.

¿No es la expresión del rostro la que muestra lo que está dentro del corazón? Con el corazón abierto y limpio nos volvemos más bonitos y atractivos, las cosas buenas comenzarán a suceder.

Luz atrae, belleza atrae. ¡Intenta esa experiencia!... Tu vida es única y merece que, cada día, le des una oportunidad de ser rica y feliz.

Autor: Letícia Thompson

El verbo amar



Conjuga el Verbo Amar, si yo amo y tu amas, es que el ama, significa que nosotros amamos, si vosotros amáis, es porque ellos aman, esto se complicó ustedes, el o ella en fin que maravilla tanto rollo para amar, como para conjugar el verbo, es que alguien sabe amar y conjugar el verbo al mismo tiempo!!! Feliz dia y no conjuges el verbo solo ama.

Desconozco el autor

La búsqueda de la verdad




Mientras el demonio estaba hablando con sus amigos, se fijaron en un hombre que caminaba por la calle. Siguieron su recorrido con los ojos y vieron que se agachaba para tomar algo del suelo.

-¿Qué ha encontrado? -Preguntó uno de sus amigos.

-Un pedazo de la Verdad - respondió el demonio.

Sus amigos se preocuparon muchísimo. Al fin y al cabo, un pedazo de la Verdad podía salvar el alma de aquel hombre y tendrían una menos en el Infierno. Pero el demonio, imperturbable, seguía contemplando el paisaje.

-¿No estás preocupado? -Le dijo uno de sus compañeros-. ¡Ha encontrado un pedazo de la Verdad!

-No me preocupa en absoluto - respondió el demonio.- ¿Sabes qué hará con este pedazo? Como siempre, creará una nueva religión. Y alejará muchas más personas de la Verdad total.

Autor: Paulo Coelho

Usa tus sentidos



USA TUS SENTIDOS

(y al mismo tiempo ten cuidado de no juzgar mal tu. A veces exageramos la mala intención de los demás hacia uno mismo)

Usa tu vista
para ver la belleza de la vida y para ver el interior de las personas; no la uses para criticar maliciosamente cómo se ven o se visten los demás o para juzgar a las personas sólo por sus apariencias

Usa tus oídos
para escuchar a tu prójimo y poder ofrecerle una palabra de aliento, para escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y edifican tu interior; no lo uses como un arma o para escuchar cuando se habla mal de los demás

Usa tu olfato
para percibir el olor de las flores, del perfume y del amor; no lo impregnes con los malos olores como lo son el odio, el egoísmo y la traición

Usa tu gusto
para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación; no lo uses para saborear las derrotas de otros

Usa tu tacto
para sentir y dar amor para tocar a las personas con tus deseos positivos con tu caridad; no lo uses para pedir injustificadamente

El sexto sentido,
el más importante, es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos; entre el bien y el mal, entre dar o recibir y entre construir o desmoronar. A veces miramos sin ver, oímos sin escuchar, olemos sin percibir, probamos sin saborear y tocamos superficialmente.

Sarah Brightman & Cliff Richard - All i ask of you

Cliff Richard - Some People

Cliff Richard - We Don't Talk Anymore (1979)

domingo, diciembre 18, 2011

Cesaria Evora Africa Nossa

LaMaleva Tango Tutorial: Rulo Loco - Embellishment

malambo de boleadoras

MALAMBO ARGENTINO

Tango in love

TANGO ARGENTINO - Milonga

TANGO-PASION

Tango Flamenco (ARMIK)

Otros Aires - Milonga sentimental

miércoles, diciembre 07, 2011

Arreglar el mundo



Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar los medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo, de siete años, invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuera a jugar a otro s ...itio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí, el padre procuró algo para darle al hijo, con el objetivo de distraer su atención… De repente tomó un mapa del mundo de una revista, y, con una tijera, recortó el mapa país por país a modo de puzzle en varios pedazos. Cogió también un rollo de cinta adhesiva, y se lo entregó todo al hijo diciendo:

-¿A ti te gustan los rompecabezas?. Entonces voy a darte algo para que te entretengas, aquí tienes el mundo todo roto. A ver si puedes arreglarlo bien, pero hazlo tu solito.

Calculó que al niño le llevaría días para recomponer el mapa. Algunas horas después, oyó la voz del hijo que le llamaba calmamente:

-Papá, papá, ya lo he hecho. He conseguido terminar todo. Al principio el padre no dio crédito a las palabras del hijo.

Sería imposible a su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto.

Entonces, el científico levantó los ojos de sus anotaciones, seguro que vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus sitios. ¿Cómo sería posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?

-Tu no sabías como era el mundo, hijo mío como lo conseguiste?

-Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando tú quitaste el papel de la revista para recortar, yo vi que del otro lado había la figura de un hombre… Cuando tú me diste el mundo para arreglarlo, yo lo intenté pero no lo conseguí. Fue entonces que me acordé del hombre, di vuelta a los recortes y empecé a arreglar el hombre, que yo sabía cómo era.

Cuando conseguí arreglar el hombre, le di vuelta a la hoja y encontré que había arreglado el mundo.

Desconozco el autor

La caravana



Una larga caravana de camellos avanzaba por el desierto hasta que llegó a un oasis y los hombres decidieron pasar allí la noche. Conductores y camellos estaban cansados y con ganas de dormir, pero cuando llegó el momento de atar a los animales, se dieron cuenta de que faltaba un poste. Todos los camellos estaban debidamente estacados excepto uno. Nadie quería pasar la noche en vela vigilando al animal pero, a la vez, tampoco querían perder el camello.

Después de mucho pensar, uno de los hombres tuvo una buena idea. Fue hasta el camello, cogió las riendas y realizó todos los movimientos como si atara el animal a un poste imaginario. Después, el camello se sentó, convencido de que estaba fuertemente sujeto y todos se fueron a descansar.

A la mañana siguiente, desataron a los camellos y los prepararon para continuar el viaje. Había uno, sin embargo, que no quería ponerse en pie. Los conductores tiraron de el, , pero el animal no quería moverse. Finalmente, uno de los hombres entendió el porqué de la obstinación del camello. Se puso de pie delante del poste de amarre imaginario y realizó todos los movimientos con que normalmente desataba la cuerda para soltar al animal. Inmediatamente después, el camello se puso en pie sin la menor vacilación, creyendo que estaba libre.

Aunque el camello había estado libre todo el tiempo, se dejó convencer de que estaba atado. Lo mismo ocurre con la mente humana; también es potencialmente libre, pero mucha gente se deja convencer de que está atada por sus problemas mentales y las aparentemente opresivas responsabilidades. Tú eres realmente libre, igual que el camello sin atar, a pesar de que los condicionamientos y los prejuicios te hacen creer que estás firmemente sujeto. Te comparas con los demás, al igual que lo hacía el camello y automáticamente crees que estás limitado. Debes entender que eres realmente libre. Todo lo que tienes que hacer es desatarte, dejar ir los problemas mentales, el poste imaginario de tu cautiverio. Todo lo que debes hacer es cambiar de actitud.

Desconozco el autor

El sendero



Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.

Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, lider de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros s ...eguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.

Desconozco el autor

El arbolillo



Érase una vez, hace muchos, muchísimos años, un arbolillo que crecía en el bosque. A medida que se iba haciendo alto y fuerte, empezó a tomar conciencia de la inmensidad del cielo que se abría sobre su copa. Observó también el vaivén de las nubes, en su viaje incesante por el cielo. Por último, se fijó en los pájaros que revoloteaban en lo alto.

El cielo, las nubes, los pájaros... Daba la sensación de que todos vivirían eternamente. Conforme se hacía mayor, el árbol se iba convenciendo de que eran en efecto seres eternos, y llegó un momento en el que también él sintió el deseo de vivir para siempre.

Un buen día, un guardabosques paseaba por la floresta. El hombre, de gesto amable, notó enseguida que el joven árbol no era del todo feliz.

Dime, arbolillo, ¿qué te ocurre? -le preguntó.

El árbol, que al principio se sentía un tanto reacio a compartir su secreto, terminó por sincerarse con el guardabosques:

Me gustaría vivir para siempre -le dijo.

Pues quizás sea ése tu destino -le contestó el guardabosques-. ¿Quién te ha dicho a ti que no vaya a serlo?

Pasaron los días y los meses y, una vez más, el hombre de mirada amable se acercó al árbol, que, lejos ya de ser un pequeño arbolito, se había convertido en un árbol alto y robusto.

¿Todavía quieres vivir para siempre? -le preguntó.

Así es -le contestó el árbol de inmediato.

Pues creo que puedo ayudarte... pero antes debes darme tu consentimiento para que te tale.

El árbol, atónito, replicó:

Te digo que quiero vivir para siempre y a ti sólo se te ocurre talarme. Estás bromeando, ¿verdad?

Ya sé que dicho así, a bote pronto, parece una locura, pero sí confías en mí, te prometo que tu deseo se hará realidad.

Después de darle muchas, muchísimas vueltas al asunto, el árbol dio su consentimiento. El guardabosques volvió con una enorme y afilada hacha y lo taló. Su esencia se derramó y se perdió por el bosque. La tierna madera fue cortada entonces en tablillas, que a continuación fueron prensadas, modeladas, limadas, y por último recubiertas de una asfixiante capa de barniz. El árbol lloraba para sus adentros, tal era su angustia y su dolor. Ya no había escapatoria, pensaba, así que se encomendó a las manos del artesano, perdiendo toda esperanza de convertirse en un ser eterno.

El artesano hizo de él un hermoso violín, que permaneció intacto en su funda durante años. A menudo, el árbol recordaba con nostalgia sus años de juventud en el bosque y sentía entonces una inmensa tristeza. Menudo idiota que había sido, dejándose engañar por el hacha de un guardabosques. ¿Cómo había podido ser tan ingenuo como para pensar que de esa forma viviría para siempre?

Pero un buen día el violín fue sacado de su estuche y acariciado con amor por unas manos desconocidas. El árbol contuvo la respiración, y le temblaron hasta las vetas cuando un suave arco le acarició el pecho. Pronto sus temblores se convirtieron en un sonido puro y melodioso que le recordó el sonido del viento entre las hojas, el deslizarse de las nubes en su viaje hacia la eternidad, el revoloteo de los pájaros en el cielo azul.

Un sonido puro. Unas notas puras y limpias. Era, sin duda, la música de la eternidad.

Mi esencia se ha convertido en música -suspiró el árbol-. El guardabosques tenía razón.

A partir de ese momento, su música empezó a resonar en los corazones de quienes le escuchaban. Cuando sus notas melodiosas hubieron alcanzado todos los corazones del mundo, el árbol atravesó las puertas de la eternidad y se convirtió, él también, en un ser eterno.

Desconozco su autor

Calcetines


Existe un lugar donde los niños creen en todos los cuentos, y el primer cuento que escucharon, lo creyeron tres niños que en ese lugar vivían.

Estos niños eran hermanos y oyeron que el mismo día de cada año, debían dejar un calcetín colgado de la chimenea para que por la noche bajara por ella un hombre gordinflón y con una espesa barba y depositaba unos regalos dentro de ellos. Como en ese lugar los niños aun creían en los cuentos, al llegar el día señalado, y tal como habían escuchado, dejaron los calcetines colgados de la chimenea y se fueron a dormir deseosos de que la mañana llegara en un abrir y cerrar de ojos.Al día siguiente, el primero en despertarse avisó a los otros dos y los tres bajaron raudos y veloces por las escaleras hasta llegar al confortable salón donde se hallaba la chimenea. Los niños miraron emocionados esos calcetines abultados imaginándose ya jugando con los juguetes que en ellos encontrarían. Pero Nomo, el menor de los hermanos se llevó una desagradable sorpresa. Su calcetín, mucho más pequeño que el de sus hermanos mayores, tan solo albergaba un pequeño regalo en su interior.

El niño sintió una gran tristeza, pero como era muy listo pronto se le pasó ya que pensó que al año siguiente, colocaría un calcetín más grande y también se lo llenarían de regalos. Esto le alegro tanto que pudo salir a jugar con sus hermanos sin pensar que había sido el más perjudicado de los tres.A mediados de año, Nomo escuchó otro cuento. Este cuento no hablaba ni de regalos ni de hombres barrigudos bajando por chimeneas. Este cuento, hablaba de una cosa llamada egoísmo. Por supuesto el pequeño creyó el cuento, y al ser tan listo, pronto asoció esa palabra a lo que él iba a hacer, colocar un calcetín que no le pertenecía para obtener más regalos.

Así fue como, al llegar el día, colocó su calcetín pequeño al lado de los grandes calcetines de sus hermanos mayores y espero ansioso el regalo que esta vez recibiría, ya que, al no haber sido egoísta, estaba seguro de que sería de más utilidad que todos los que podría obtener si se dejaba guiar por la avaricia.

Pero lo escondido en el diminuto paquete no fue nada del otro mundo, era normal y corriente, como él que había recibido el año anterior. Y el pequeño Nomo dejo de creer en los cuentos, bueno al menos en uno, el que decía que para ser bueno no se debía ser egoísta. Por supuesto siguió creyendo en el cuento de los calcetines, ya que como egoísta que era, le convenía. Así que lanzó su calcetín lo mas lejos que pudo y espero ansioso que pasara otro año.

Al llegar la víspera del día señalado, cogió prestado un calcetín de uno de sus hermanos, lo coloco al lado de los de ellos y se restregó las manos con una sonrisa maliciosa dibujada en el rostro. Se imaginaba abriendo una gran cantidad de paquetes y despertando envidia en sus amigos, pequeños como él, que al no ser tan listos seguro que no habían tenido una idea tan buena como la suya. Se fue a dormir junto con sus hermanos y pronto los tres cayeron bajo un sueño de lo más agradable. Cuando despertaron, como de costumbre, bajaron las escaleras atropellándose los unos a los otros hasta que se situaron frente a los abultados calcetines. El pequeño Nomo se acercó al suyo y comprobó que había un gran paquete dentro. “¿Solo uno?”, penso, “Seguramente es más valioso que todos los de mis hermanos juntos”. Arrancó rápidamente el papel que lo envolvía, abrió la caja que se ocultaba bajo el papel y cual fue su sorpresa al descubrir que dentro se encontraba el mismo calcetín que hacia un año había arrojado por la ventana. En la nota que acompañaba su regalo estaba escrito lo siguiente: “Encontrar algo que se ha perdido, es el mejor regalo que se puede recibir”.Nomo ignoraba si el hacedor de regalos sabía que realmente no había perdido el calcetín, pero no le importo, a partir de ese día volvió a creer en los todos los cuentos, incluso en los que hablaban de mentiras, odio, ingratitud y muchas otras palabras que fue escuchado a lo largo de su vida.

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La carreta


Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó:

- ¿Oyes algo más, que el cantar de los pájaros?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí:

- Sí, es el ruido de una carreta.

- Éso es, - me dijo. - Es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre:

- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?

Entonces, otra vez mas, me mostró su sabiduría:

- Es muy fácil darse cuenta: "Cuánto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace"

"Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y tratando con superioridad a los demás... O a aquellos, que no pueden estar, sin el estímulo de parlantes o de un televisor, que impiden todo tipo de diálogo, tengo la impresión de oir la voz de mi padre diciendo:

- "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace" Y a la vez : "cuánto se regocija el corazón, cuando vemos pasar una carreta repleta de carga preciosa... Silenciosa... Plena

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De la vida