viernes, septiembre 16, 2011

Lo esencial de la vida


Los sentimientos verdaderos y dones de la naturaleza
escapan de la globalización de nuestra época, donde, al
parecer, a todo se le puede poner un valor material.

El sol sale cada mañana sin esperar recompensa.
Los árboles florecen en primavera sin pasarnos la factura,
y el amor llega sin pedir nada a cambio.

No se puede pagar por el milagro de despertar un día más.
No se puede poner precio a las emociones que fluyen en un
encuentro, en una conversación, en una mirada.

No se puede dar valor material a una caricia de amor,
a una sonrisa sincera,
al nacimiento de un ser,
a la fuerza de los elementos,
al regalo de conocer a otra persona,
a la libertad de sentir
a la libertad de pensar,
al placer de sentirse bien con uno mismo,
al placer de estar sano.

Al parecer, todo está en venta
y todo tiene precio,
pero las realidades más simples
y más lindas de la vida siguen siendo no negociables,
siguen siendo un regalo de la vida,
un milagro que no podemos comprar ni vender

Juan Bonilla

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