martes, septiembre 27, 2011

Cuento de Rosh Hashaná




UNA DE LAS FORMAS DE FESTEJAR CADA AÑO NUEVO ES BUSCANDO IDENTIDADES...

En una muy vieja sinagoga de Kiev donde durante la lectura del Shemá*, la mitad de la congregación se ponía de pie y la otra permanecía sentada. De repente, durante el servicio comenzaban a discutir entre todos sobre si había que pararse o no.
El Rabino no aguantó mas e interrumpiendo la plegaria. gritó:

... ¡Basta! No podemos seguir así. Todo el tiempo están gritando y haciendo escándalo en el templo ¿Cómo vamos a solucionar esto?
Uno de los asistentes pidió la palabra y propuso: ¿Porqué no consultamos a uno de los miembros más antiguos de la comunidad para saber como fue siempre?
Y allá fueron al asilo: el rabino, el representante de los que se paraban y el de los que permanecían sentados.
Llegaron ante un hombre muy mayor, y el que representaba a los parados le pregunta:
- Reb Zvi ¿No es cierto que durante el Shemá la tradición es que hay que pararse? –
- No - contesta el anciano - Esa no es la tradición -
- Claro - dice el de los sentados - la tradición es que hay que permanecer sentados
- No - contesta Reb Zvi - Esa no es la tradición -

El Rabino muy malhumorado dice:

- Ya no sé que hacer, ¡se la pasan discutiendo y discutiendo todo el tiempo!-

Entonces, el viejito Zvi, con los ojos brillando de emoción, dice:

¡ESA!, ¡ESA es la tradición!

*Shemá: plegaria de afirmación de la fé en Dios del monoteísmo

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